lunes, 7 de enero de 2019

La revolución rusa

Como a modo de comienzo, podemos decir que la Revolución Rusa fue uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX, ya que no solo significó un cambio de régimen para un país sino también significó la toma de una nueva perspectiva no tan solo en el término económico sino también en lo social. Este acontecimiento supondría un cambio drástico en el mundo que nos hace plantearnos como pudo un país cambiar tan drásticamente debido a la movilización de una gran masa de personas que llevó a cabo aquel cambio.

La familia Romanov (aquí)
A principios del siglo XX Rusia estaba bajo una monarquía absoluta, la dinastía Romanov quienes eran zares (reyes) de Rusia. Durante esta monarquía absoluta en toda Rusia había una situación de pobreza generalizada ya que como hemos visto anteriormente, se encontraban bajo instituciones extractivas, estas no daban a los ciudadanos servicios básicos ni les proveían ni siquiera del derecho más básico que es la propiedad privada (la Ojrana podía entrar a tu casa y detenerte al momento). Durante esta época la industrialización no había alcanzado a toda Rusia ya que debido a las instituciones económicas extractivas no se promovían la innovación ni la inversión, la industrialización solo se encontraba en los núcleos de urbanos y la mayoría de la población pertenecía  la población rural y era analfabeta.


La debilidad del país de los zares se observó tras la guerra Ruso-Japonesa, donde los rusos concedieron a los Japoneses importantes territorios, como la mitad de la Isla de Sajalín y la península coreana. Tras dicha guerra el ministro del Zar, Sergeii Witte, emprendió unas leves reformas económicas que incrementó la industrialización en las áreas urbanas aumentando así un proletariado que ostentaba muy pocos ingresos y que eran bastantes combativos debido a su situación. La policía reprimía a estos grupos violentamente, un hecho que aún se recuerda es el llamado “Domingo de sangre” donde la represión policíaca mató a mil personas.

Manifestación en Petrogrado (aquí)
La entrada de Rusia en la primera guerra mundial (1914-1918) demostró que Rusia ya no era una potencia europea como antes era reconocida, se demostró una vez más la ineficiencia del ejército soviético como había ocurrido en 1905 con la Guerra Ruso-Japonesa. El país entró en una grave crisis durante la guerra ya que habían numerosas hambrunas, habían aumentado los precios de la comida y del combustible, además de que muchísimos rusos morían en el frente. Bajo esta premisa se llevaron a cabo numerosas manifestaciones que ponían al Zar como el causante de estos problemas, estas manifestaciones ocurrieron el 8 y el 9 de marzo (en febrero según el calendario Juliano) en Petrogrado (San Petersburgo) y significó el comienzo de la revolución rusa y la caída de los zares.

El zar Nicolás II abdicó y se formó un gobierno provisional conformado por liberales y liderado por Kerenski buscaba acabar la guerra y llevar a cabo unas políticas económicas que llevasen a la recuperación económica mediante un sistema democrático. Paralelamente, en la ciudad de Petrogrado se habían creado los primeros soviets (asambleas populares) llevadas por obreros, revolucionarios, soldados, etc… que colaboraron al principio con el gobierno provisional.

Debido a un conflicto de intereses por la guerra, ya que los liberales querían que los soldados continuaran la guerra mientras que los soviets querían finalizarla y comenzar con la revolución social de Rusia. Debido a la crisis, la continuidad de la guerra y las privatizaciones muchas personas se apartaron de las posturas moderadas y muchos obreros empezaron a apoderarse tierras y establecimientos.

Lenin, líder del partido de
los bolcheviques (aquí)
En medio del caos, solo un grupo parecía tener una respuesta a la crisis actual, los bolcheviques y eran el grupo más disciplinado y organizado respecto a las opciones moderadas.
Debido a la situación de crisis, Vladimir Lenin, líder de los bolcheviques teórico de las teorías de Karl Marx buscaba establecer el comunismo en Rusia, es por eso que aunque con muchas dudas por parte de los demás Bolcheviques, llevaron a cabo un golpe de Estado el 7 de noviembre que acabó triunfando debido a la poca fuerza con la que contaban el gobierno provisional. Los bolcheviques bajo el mando de León Trotsky atacaron los puntos estratégicos del país, como el asalto al palacio de invierno y la familia Romanov es brutalmente asesinada en dicha revolución.

Con esta victoria en la que no hubo un gran derramamiento de sangre, concluyó la revolución Rusa estableciéndose una serie de decretos que terminase la guerra contra las potencias occidentales y establecer un régimen socialista en Rusia. Los decretos más importantes fueron:

  • Decreto de paz: Donde no cabrían ni anexiones ni reparaciones por parte de Rusia.
  • Decreto de tierra: Reparto de tierras a campesinos expropiándolas de los terratenientes.


Lenin llevó a cabo unas elecciones tal y como habían sido prometido en una Asamblea Constituyente. Pero tras fracasar en las elecciones, consiguiendo solamente un 25% de los votos mandó al ejército rojo a que suprimieran la asamblea y legitimó su gobierno por los soviets que eran controlados por los bolcheviques. Creó una policía militar, la Checa, que se encargaría de eliminar cualquier disidencia dentro del nuevo régimen totalitario comunista, acabando con la vida de mencheviques y socialistas revolucionarios.

Debido a la creación de este régimen despótico, estalló la guerra civil rusa entre el ejército rojo liderado conformado por los Bolcheviques dirigido por Trotsky y el ejército blanco donde se encontraban todos los opositores al bolchevismo (en los que habían generales zaristas). Al final de la guerra la victoria fue de los bolcheviques y en 1922 se proclamó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Durante la guerra civil se había implementado el denominado “comunismo de guerra” que cambió a la población cultural y económicamente. La producción iba dirigida especialmente para mantener al régimen (es decir, al ámbito militar) por lo que se destinaban pocos productos a los consumidores. En la agricultura los alimentos eran sustraídos de la población para alimentar al ejército y hubo una gran inflación que acabó promoviendo el racionamiento y el trueque.

En el ámbito social se produjo una liberalización de la mujer, una alfabetización del campo y se creó la Zhenotdel, el primer organismo gubernamental para la mujer.

Con la revolución rusa observamos que se produce un cambio en Rusia, pero no para mejor, vemos como predomina la ley de hierro de la oligarquía donde una institución extractiva es transformada en otra igual o peor que la anterior que estaba presente. La coyuntura crítica que tuvo lugar (manifestaciones de marzo) podían haber acabado con un gobierno democrático que promoviese unas instituciones inclusivas pero la mayor fuerza de aquellos que buscaban el establecimiento de un nuevo régimen con instituciones extractivas acabó venciendo. Aunque es cierto que la URSS acabó siendo una de las mayores potencias a partir de la mitad del siglo XX, este crecimiento no sería constante provocando su caída en 1991 llevándose consigo muchísimas vidas ya que durante todo el régimen soviético hubo muchísima represión por parte del gobierno para seguir manteniendo su poder algo muy característico, en definitiva, de las instituciones económicas extractivas.
Plaza Roja donde se observa cuadros de los líderes de la URSS (aquí)


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